domingo, septiembre 05, 2010
El Elegido (quinta parte y final)
La Humanidad entera sabía quién era el nuevo y magnánimo Dios: Günther Köppen.
En muy corto tiempo, las economías del mundo, en su totalidad, estaban concentradas en las empresas formadas por la gigantesca fortuna venida de mas allá de las estrellas.
Pero... ¿se había conseguido el objetivo final?. ¿La felicidad de la Humanidad?.
IV. El destino de la Tierra
Solcyn apareció nuevamente ante Günther. El fantasma azul. Ya Günther sabía que su lugar de origen estaba a más de cien millones de años-luz y eso limitaba su poder.
Aunque no se podían tocar y verse era sólo un eufemismo, de alguna manera, como compañeros de una gigantesca tarea, se sentían unidos.
Conversaron. Solcyn dijo:
CREO QUE LA LABOR ESTÁ TERMINADA. YA NO HAY MAS INJUSTICIAS. TODOS LOS HABITANTES DE LA TIERRA YA SON RICOS. TIENEN TODO LO QUE PUDIERAN DESEAR.
Günther comentó:
SÍ. LO TIENEN TODO. Y SIN EMBARGO NO SON FELICES.
Solcyn preguntó:
¿ES QUE LE FALTA ALGO?
Günther respondió:
SÍ, SOLCYN. LES FALTA ALGO. POR ESO NO SON FELICES.
Solcyn, extrañado, le indica:
PERO SI HEMOS LOGRADO LO QUE AMBOS QUERÍAMOS. ELIMINAR LA COMPETENCIA. EL MERCADO. LAS DESIGUALDADES SOCIALES. LA INJUSTA DISTRIBUCIÓN DE LAS RIQUEZAS HA SIDO ABOLIDA. TIENE TODO LO QUE NECESITAN.
Y Günther señala:
CREO QUE LO QUE EXTRAÑAN ES PRECISAMENTE ESO. LA LUCHA POR CONSEGUIR LO QUE QUIEREN. DESEAN SER VENCEDORES FRENTE A LOS VENCIDOS.
Solcyn le espeta:
¡PERO ESO SIGNIFICA CRUELDAD! IMPLICA AGRESIÓN DE UNOS CONTRA OTROS. ES EL SALVAJISMO.
Y Günther concluye:
AL PARECER, EL HOMBRE, EL SER HUMANO, ES DE NATURALEZA AGRESIVA Y LE AGRADA SOMETER A OTROS PARA SENTIRSE SUPERIOR.
Entonces Solcyn, dándose cuenta de la desazón que invade a Günther le dice:
¿QUIERES DESHACER LO QUE HICIMOS?
El silencio circunstaciado de Günther le dió la respuesta al poderoso extraterrestre.
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V. Un molesto despertar
En su pequeño departamento Günther Köppen despierta molesto. Ha tenido sueños que casi está decidido a denominar pesadillas.
Se habla a sí mismo, mientras se prepara el desayuno.
-"Debo tres años de sueldo y parece que soñé que era el hombre más rico del mundo".
Günther Köppen, modesto profesor de Historia en una escuela secundaria, se rió de sí mismo:
-¡Qué ridículo!. Mejor pienso en cómo pagaré la cuenta del teléfono...
%%%%%%%%%%%%% FIN %%%%%%%%%%%%%%%%%%
Nota: Y tu, ¿qué piensas? ¿Sería bueno que toda la gente tuviera acceso a todo lo que necesita
y también a lo que desea? ¿Cómo se podría hacer la diferencia entre necesidad y algo suntuario? Y si se tiene acceso a todo, ¿seríamos felices? Y si respondes que no, ¿para qué exactamente vivimos?
domingo, agosto 29, 2010
El Elegido (cuarta parte)
domingo, agosto 22, 2010
El Elegido (tercera parte)
Y por cierto que Günther hizo lo que tenía que hacer. Con la mayor alegría pagó todas sus deudas esa mañana. Al terminar con el último pago era un hombre casi feliz. El "casi" estaba determinado por dos pensamientos que le roían el cerebro. No era posible ese contacto del "tercer tipo", debía estar loco. Y en segundo lugar... ¿Cómo explicar el dinero que acababa de utilizar para pagar sus deudas?. Más aún... ¡era robado! ¿Sería él un ladrón sonámbulo? No podía aceptar lo que recordaba de la noche anterior.
Pero la pantalla apareció de nuevo:
DIRÍGETE A LA CASA CENTRAL DEL BANCO DE CHILE Y PIDE HABLAR CON EL GERENTE GENERAL. SÓLO DILE TU NOMBRE. ÉL SABRÁ LO QUE TIENE QUE HACER.
Por supuesto, siguió las instrucciones al pie de la letra. Al solicitar en el Banco hablar con la persona que le indicara Solcyn, un funcionario solícito lo dejó en una elegante oficina, en el piso superior. A su encuentro salió un hombre que traslucía muy claramente su calidad de banquero. La amabilidad del trato aumentó notablemente. Cuando le dijo su nombre, de inmediato comenzó a hablar:
- "Lo esperaba, Sr. Köppen. Tengo en mi poder su envío. Quisiera que lo revisáramos para que Ud. tome alguna decisión según sea su gusto".
Y luego de decir estas palabras ordenó a un empleado traer una caja. Al abrirla, un destello, casi un relámpago de luz los iluminó. Sobre el fondo de terciopelo negro relucían un gran número de lo que hasta el más ignorante de los hombres llamaría gemas maravillosas. Eran diamantes tallados finamente de un tamaño que hacían casi retener la respiración. El banquero, sin dejar de admirar las joyas, le dijo suavemente, como un banquero le habla a quién tiene una inmensa fortuna:
-"El señor dirá cual es su decisión".
Parecía que le estuviera hablando al Señor que está en los cielos. Günther lo miró con una mirada anodina, casi estúpida. Es que estaba anonadado por la sorpresa. Y la pantalla apareció frente a él, sin que el banquero hiciera el menor gesto de verla.
Su rostro era tan amable como podía estarlo y parecía dispuesto a esperar su decisión por una eternidad.
Leyó en la pantalla:
LOS VENDES AL BANCO AL PRECIO QUE EL BANCO QUIERA DARTE. LE ADVIERTES QUE ES UN GRAN NEGOCIO PARA EL BANCO PERO QUE SIMPATIZAS CON ELLOS. PEDIRÁS QUE TE ABRAN UNA CUENTA EN PESOS, POR EL 10% DEL TOTAL Y EL RESTO EN DOS CUENTAS IGUALES, UNA EN DOLARES Y OTRA EN EUROS.
Así lo hizo. el banquero dió las ordenes pertinentes y le ofreció un café, que fue servido en una bandeja de plata por un mozo elegantemente ataviado. Las tazas eran de porcelana y algunas galletitas le despertaron el apetito. Se sirvió con tranquilidad. Estaba comenzando a aceptar la situación. Todos los trámites fueron agilizados por el alto personero del banco, que con mucho tacto le insinuó si pensaba dedicarse a realizar algún negocio con sus bienes.
Günther esperó un momento para contestar, creyendo que iba a aparecer un mensaje de Solcyn, pero nada pasó. Así que contesto por sí mismo:
- "No. Por el momento no lo he pensado".
Finalmente llegó el instante de la despedida. Le dieron sus documentos y se despidió. (CONTINUARÁ).
domingo, agosto 15, 2010
El Elegido (segunda parte)
Y mientras pensaba esto, Günther no cesaba de acariciar los billetes.
El extraterrestre habló:
-"Günther. No estás alucinando. Los billetes no son falsos. Sí los robé, pero es imposible que lo descubran. Puedes usarlos mañana con toda tranquilidad y sin ningún cargo de conciencia. La persona que ya no los tiene, jamás se dará cuenta de ellos y además, es poseedora de miles de millones. ¿Quedas tranquilo?."
Günther, ahora sí sacó la voz y casi gritando dijo:
-"¡Sabes lo que pienso! ¡Eres telépata!"
El extraterrestre respondió en forma muy tranquila:
-"Por supuesto, pero sólo cuando lo verbalizas en tu mente. Cuando conversas contigo mismo."
Günther estaba estupefacto. Se quedó mirando al extraterrestre, aferrando los billetes por un buen tiempo. No sabía qué hacer ni qué decir.
El extraterrestre volvió a hablar:
-"Tranquilízate y descansa. Mañana comenzarémos nuestra tarea. Te lo voy a explicar ahora en forma rápida y sencilla. Más adelante te lo podré explicar mejor. Fui autorizado en mi mundo para trasladarme a tu planeta. Yo lo elegí porque creo que puedo pasarlo muy bien aquí por un tiempo. Pero la forma en que me ves ahora no la puedo mantener mucho tiempo. En cambio, no tengo ningún problema si logro mantener el contacto contigo.
Como has visto, tengo poderes como para transformarte en el hombre más rico del mundo. Sé que la riqueza material es poder aquí en tu planeta. También sé que tu estás en contra de ella. Pues bien, por eso te elegí. Mi tarea es la de destruir para siempre el poder del dinero en tu planeta y dejar establecido el poder de las virtudes que en mi planeta reinan desde hace milenios. Pero tengo que hacerlo a través tuyo. Mañana tu solucionarás tus pequeños problemas económicos. Estarás tranquilo. Eres un hombre sin mayores compromisos. Sé que tienes dos hijos y los podrás ayudar a tu gusto. También al resto de tu familia y tus amigos y conocidos. Pero en general sé que eres un hombre solo. Eso es bueno para mí, porque mi objetivo, a través de tí es apoderarme de toda la economía mundial, para luego cambiar los valores materialistas del presente, por los verdaderos valores que deben primar en todo lugar civilizado.
Todo esto es para mí una tarea muy entretenida. Es casi como un juego, un juego lícito y permitido en mi civilización. Pero para tí, que serás el único que sabrás que tu poder viene desde afuera de la Tierra, es una oportunidad única que no debes desaprovechar, no por tí, sino por toda la Humanidad terrestre que representas. Espero haber sido claro. Desde mañana estaremos comunicados telepáticamente a través de una pantalla que sólo tu podrás ver y utilizar en todo momento. Entre los dos nos pondremos de acuerdo para cumplir con nuestro objetivo común.
Te he elegido porque lo que ahora vas a hacer en la realidad, gracias a mi ayuda, primero lo soñaste y esos sueños yo los capté. Me dí cuenta entonces que podía contar contigo parta hacer efectivo lo que para mí es el disfrute de un premio. Cambiar el destino de un planeta, en este caso la Tierra, a través de uno de los terrestres. El Elegido eres tú. Acepta la tarea y ahora duerme tranquilo. El PLAN ya ha comenzado."
Gúnther estaba casi catatónico. Entendió perfectamente el discurso y se dió cuenta de la forma simple con que se le había expuesto. Pero cuando la nebulosa figura azul desapareció al terminar las breves palabras, parpadeó rápidamente y hubiera creído que se despertaba de un sueño, si no fuera por el fajo de billetes que aún retenía entre sus manos. Los guardó cuidadosamente y a pesar de todo, se dispuso a dormir.
Pero cuando se estaba arropando para hacerlo, casi saltó de la cama sorprendido. Delante de sus ojos se había desplegado una pequeña pantalla de color celeste. En ella, con letras blancas muy destacadas leyó:
BUENAS NOCHES, GÜNTHER.
Casi inconscientemente contestó mentalmente, e instantáneamente en la pantalla, ahora de un hermoso color violeta, pudo leer con claridad:
BUENAS NOCHES, SOLCYN.
Cerró los ojos. La pantalla desapareció. Suspiró largamente y se durmió.
II. El primer día
Cuando despertó lo primero que hizo Günther fue revisar su bolso. En el relucían los mil billetes. ¡No lo había soñado!La pantalla celeste se le presentó. No se asustó esta vez. Leyó:
HAZ LO QUE TIENES QUE HACER. (CONTINUARÁ).
domingo, agosto 08, 2010
El Elegido (primera parte)
Günther Köppen era un escéptico empedernido. Cuando se formó esa pequeña nube azulada frente a él, entrecerró los ojos y hasta se pasó las manos sobre ellos para hacer desaparecer ese error de su vista. Pero la nube permaneció allí.
Peor aún. La nube tomo una forma que recordaba a la de un ser humano y le habló:
- "Mi nombre es Solcyn, soy extraterrestre y te he elegido para una tarea".
El tono de la voz le resultó extraño y a la vez conocido. La extraña forma, materializada en su propio dormitorio, exactamente a las 01.00 AM, repitió la frase como si se dirigiera a un niño. Ahora reconoció la voz... ¡era la suya! Era el mismo tono de sus grabaciones para el colegio secundario, donde hacía clases de Historia.
Impávido y sin sentir temor, evaluó lo que estaba sucediendo. Las conclusiones que sacó eran muy claras. El exceso de trabajo le estaba jugando una mala pasada y lo que estaba viendo era una alucinación, ya que se daba cuenta que no era un sueño, estaba perfectamente despierto.
Bien... pensó. Probemos esta estupida alucinación. Con un gran esfuerzo de su parte y sorprendido por el debil sonido de su voz, susurró:
-"Demuéstrame que eres real".
La especie de fantasma azul que tenia delante le replicó:
-"¿Qué quieres que haga?"
No tuvo ninguna duda al solicitarle algo. Estaba endeudado hasta los pelos. Así que le dijo:
-"Pon arriba de mi cama veinte millones en billetes de veinte mil pesos".
La figura extraterrestre pareció como si cambiaba de color por un instante. Del azul transparente pareció pasar a un color plateado, casi como si fuera de acero, pero fue tan fugaz que no podria asegurar si realmente sucedió.
Lo que sí apreció, fue el pequeño bulto de billetes sobre su cama. Eran de veinte mil pesos, nuevos y correlativos. Nerviosamente constató su numeración y apreció que eran exactamente mil billetes. ¡Veinte millones de pesos! Era lo que el debía. Para ganar esa suma hubiera tenido que trabajar tres años.
Miró una y otra vez los billetes, eran reales, su textura era exactamente la de billetes nuevos y hasta sentía su particular aroma.
Ahora sí miró a ese especie de fantasma azul, tratando de centrar su vista en lo que parecía ser la cabeza de la borrosa figura, en continuo movimiento interno. Pero lo que vió no era suficiente para identificar un rostro.
No habló, sólo pensó:
-"Si no es una alucinación y estos billetes son verdaderos, ni falsos, ni robados y con ellos logre pagar todas mis deudas y tenga en mis manos los documentos respectivos, entonces sí creeré que estoy frente a un extraterrestre... (...) ". (CONTINUARÁ)
domingo, julio 18, 2010
¿ Un mundo distinto ?
Conversación de café entre cuatro amigos, el tema a desarrollar, es la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo debería ser “un mundo distinto?, si fuera factible, por supuesto.
Primera ronda
Amigo 1: Para mí un mundo distinto al actual, sería aquél en que los derechos humanos sean respetados por todos y para todos.
Amigo 2: Yo creo que un mundo distinto o nuevo mundo sería aquel en donde todos fueran felices, sin mayores condiciones, es decir, sin importar el cómo serán felices sino solamente el resultado.
Amigo 3:Un mundo distinto cabe sólo en la imaginación. Un mundo imaginario, una utopía. ¿Para qué querríamos un mundo distinto si nunca será realidad?. Mi opinión es que este mundo podría ser ese mundo distinto, si cada uno de nosotros cambia en su interior, es decir, ese mundo distinto cada uno lo puede vivir si y sólo sí, cuando cambie nuestro carácter.
Amigo 4: A mi me gustaría un mundo distinto y creo que podría lograrse con cierta facilidad. Legislemos que todos los cargos de importancia política sean exclusivamente desempeñados por mujeres, que por cierto, pertenecen a un mundo distinto al mío, al mundo masculino. Y ya está, un mundo distinto, al instante!.
Segunda ronda
Amigo 1: Tengo que hacerme cargo de sus opiniones, amigos, pero no abandonaré mi posición, al menos por ahora. Reafirmo mi punto de vista, para lograr la felicidad de todos los seres humanos, debemos en primer término respetar sus derechos y si eso se logra, por cierto que será un triunfo de cada uno de nosotros en su fuero interno, es decir, en su carácter. Ahora, respecto a un mundo regido solamente por las mujeres, creo que no corresponde, los gobernantes deben ser elegidos entre las mejores personas, sin importar a qué sexo pertenecen, lo que de debe primar son sus competencias.
Amigo 2: El mundo actual es injusto. Las posibilidades de ser feliz en él no alcanzan ni para el 10% de al población. Una sociedad en que apenas uno de cada diez pude ser feliz es una sociedad inhumana. Porque la felicidad, como yo la entiendo, es una forma de vida en la cual cada individuo pueda desarrollar con plenitud todas sus cualidades, de tal forma que se sienta en paz y satisfecho de su vida. Eso es lo que importa, la felicidad de cada uno. Es un error pensar en la sociedad. ¿Qué me importa a mí vivir en una sociedad feliz, si yo soy infeliz?. Un mundo distinto, para mí, será cualquiera en el cual yo pueda ser feliz.
Amigo tres: La felicidad, a mi entender, no puede estar centrada en el tener sino en el ser. Por lo tanto, un mundo distinto será aquel en que cada uno de nosotros sea capaz de darse cuenta que todos somos hermanos, sujetos a la misma suerte. Es decir, la virtud fundamental de un mundo distinto debe ser la solidaridad. Nadie puede ser feliz si no son felices también todos nuestros semejantes.
Amigo cuatro: Creo que es cierta la opinión que apunta a que los que dirigen la sociedad deben ser los más capaces, sin duda es así. Pero... ¿Qué capacidades o competencias deben tener los dirigentes de la sociedad?. Capacidad de comprensión de los problemas de los demás, sensibilidad ante el dolor ajeno, calidez humana para consolar al afligido, sentimientos de verdadero amor por cada ser humano sin importar su condición. ¿En quienes encontramos esas virtudes?. En las madres. salvo excepciones, ellas tratan así a sus hijos, cooperando en una forma definitiva a su felicidad. Y, por cierto, todas son mujeres. Así que reitero mi idea, no es una utopía. Si todas las más altas magistraturas políticas quedan en manos de mujeres, el mundo será distinto, en un sentido positivo.
Tercera ronda
Estimado lector. Tome partido por alguno de los cuatro “amigos”, todos varones, por cierto y describa el contenido de esta “tercera ronda”, para así llegar a una conclusión válida y factible respecto a la posibilidad de un mundo distinto, mas positivo, mejor que el actual en que vivimos o “sobrevivimos”.
domingo, julio 11, 2010
¿ Porqué no soy escritor ?
En el suplemento de “La revista de libros” de “El Mercurio” del viernes 28 de abril de 2006, aparecen, como es obvio, dos entrevistas a famosos escritores, un estadounidense, Richard Ford y un pakistaní, Hanif Kureishi. No he leído a ninguno de los dos y creo que tampoco los leeré, porque la época en que leía casi un libro al día de ficción, sobre todo novelas, transcurrió entre 1954 hasta 1961. Es decir, entre los 12 y los 19 años. En esos siete años, leí, sin duda, miles de títulos, preferentemente de autores de la primera mitad del siglo XX. Entre los que más me impresionaron estaban los grandes franceses, Roger Martín Du Gard, Marcel Proust y sobre todo, mi gran favorito, Jules Romains. (De este último es el nombre del blog, “La alfombra mágica”).
También leí a los ingleses, alemanes, italianos y algunos estadounidenses, a los consagrados, casi todos los Premios Nobel. Curiosamente, leí poco de autores en idioma español, con algunas excepciones, como Borges, Cela o Benedetti. Cuando digo poco, me refiero a cien o doscientos títulos. Cuando digo mucho, quiero decir quinientos o mil obras. Actualmente, aunque en 1988 vendí cerca de mil novelas, aún conservo unas quinientas obras de ficción, algo perdidas entre cuatro o cinco mil títulos de no-ficción. Mi cambio en mi material de lectura se inició en 1962 cuando ingresé a la Universidad y desde ese momento en adelante, primero por los estudios y luego por mi trabajo como profesor, casi todas mis lecturas fueron no-ficción: Derecho, Economía, Historia, Geografía, Filosofía, Sociología, Psicología, Educación, Antropología, etc. Nunca leí mucho teatro o poesía. Pero tengo a los grandes, no faltan en mi biblioteca Eugene O’Neill o Pablo Neruda. A pesar de la gran cantidad de lectura, nunca pensé en escribir, aunque durante mi tercera década, dediqué algún tiempo en plasmar el resumen de algunas futuras novelas románticas en escenarios históricos, que muchos años después enumeré en algún momento. Me llamó la atención que un tema de los que esbocé, lo desarrolló posteriormente Isabel Allende. Me refiero a una historia en la época de la fiebre del oro en California, en 1848. Algo escribí también en la línea de la ciencia ficción, con influencia de Bradbury y Huxley, sin duda. Recuerdo algunos títulos: “El sin número o “No number” y “El cónsul”, un cuento corto.
Pero... ¿Qué es lo que me llamó la atención en estas entrevistas a Ford y a Kureishi?. Es la coincidencia entre ambos en cuanto al oficio de escribir. Dice Ford: “Me interesa la forma en que la gente encuentra refugios, en que se acomoda durante el pasaje por la vida. Disfruto del aspecto de las casas, la estética.”. Este tipo de observación, yo le he practicado desde mi adolescencia. Caminando cuadras y cuadras, en barrios de distintas clases sociales, en todos ellos, me fascina las innumerables formas de organización del entorno. La arquitectura, el urbanismo me produce una sensación de bienestar y casi exaltación, como si a través de esa visión, pudiera comprender el sentido de la vida. Ford describe en sus obras aspectos de la vida de personas de la clase media y también algunos marginales... “En realidad, creo que todos somos iguales”, afirma. Por su parte, Koreishi, en relación al oficio del escritor sostiene: “Escribo cualquier cosa, escritura libre. Escribo cualquier porquería, algo que pasó ayer o hace cuarenta años, o lo que soñé o algo que me dijeron mis hijos”. Ahora, en mis Blogs, practico lo mismo, escribo cualquier cosa, lo que se me viene a la mente de pronto y a vuelapluma, tal como sale. Lo que estoy escribiendo ahora es producto de tratar de responder la pregunta: ¿Por qué no soy escritor?. O quizás, con mayor precisión: ¿Por qué no he publicado algo?. Pero creo que haré un resumen de esto, más breve.
Trato de responderme. En primer lugar, todo lo que he escrito en el mundo académico, como estudiante o profesional, nunca lo he considerado, por diversas razones, como digno de editarse, aunque muchos de esos escritos fueron calificados con nota máxima e incluso con la recomendación expresa, (y escrita), de que los publicara. Siempre creí que esos elogios eran equivalentes a los que yo entregaba a mis propios alumnos. Un estímulo para un buen estudiante, pero no porque la obra intrínsecamente mereciera realmente ser publicada. Y los apuntes para mis alumnos nunca fueron más allá de buenos resúmenes o comentarios a las mejores obras disponibles de los temas en estudio del momento.
En cuanto a la ficción, mis propios poemas, escritos a partir de los cuarenta años, debido al sufrimiento de mi separación matrimonial y continuadas posteriormente con cada nueva pareja con la que intentaba formar un nuevo hogar, no da para nada más que el recuerdo muy íntimo de hermosas vivencias románticas. Quizás tenga algo de loco, pero de poeta, ni un poco.
¿Y que hay de la prosa?. Como indiqué anteriormente, sólo escribí las ideas principales para algún relato, aunque terminé “El cónsul” y últimamente “Nadie le dio importancia”. Este último relato de ciencia ficción, muy breve, apenas dos hojas tipo oficio, letras tipo 10 y 8.
No escribo, entonces, por varias razones, la más importante de las cuales es que todo lo que escribo lo considero muy defectuoso o mediocre como literatura, aunque a mí me gusten, comparado con los grandes autores que he leído. Es evidente que estoy equivocado, es absurdo pensar que para publicar algo tengo que superar a los escritores que han ganado el Premio Nobel. Pero la razón subsiste, así que lo más cercano a la publicación que haré por el momento es transcribir el cuento “Nadie le dio importancia” en el Blog Remmos (Regusto) que aún no he usado, ya que no me he atrevido a utilizarlo para mi plan inicial, que era hacer de él un blog erótico. Ahora será el blog literario. Remmos es lo contrario de sommer, es decir, verano, en alemán.
Quizás la razón psicológica sea una muy baja autoestima, probablemente, pero eso ya no importa.
Lo que importa ahora es lograr escribir algo que me haga sentir satisfecho de verdad y lo quiera publicar porque creo que merece ser publicado “para el general esparcimiento del pueblo”.
De este artículo o conjunto de ideas, quizás haga una alusión en un próximo blog en la “Alfombra Mágica”, siempre y cuando me salga natural, de una necesidad muy sincera.
Por ningún motivo quiero transformar esto en algo parecido a un diario de vida, así que lo termino aquí al instante. Espero que mi imaginación aún pueda fructificar en algunos cuentos cortos de ciencia-ficción o algo semejante, con la idea de publicarlo como una antología de los mejor de “Albert Sand”. Si se publica, seguramente habrá más de alguien que crea que Albert Sand es un gran escritor. Ojalá fuera así, serían mis “quince minutos” de fama. Lo interesante de todo esto, lo más interesante sería lograr dinero por mis escritos. Si así fuera, por primera vez me sentiría que me habría ganado el dinero con total legitimidad.
domingo, julio 04, 2010
Nadie le dio importancia (segunda parte)
Pero yo conocí al verdadero viajero, el que hablaba con palabras que se entendían en cualquier idioma. Junto con otros, que también sobrevivieron, pero que ya han muerto, pudimos escuchar sus palabras. Estábamos admirados que cada uno escuchara en su propio idioma y lo atribuímos a alguna capacidad asombrosa relacionada con la telepatía. A mí me agradó muchísimo volver a escuchar los sonidos de mi idioma natal. Nunca lo había oído tan bien pronunciado. Era como una música y por un momento lo asocié torpemente a mis propias sesiones de poemas musicales, en que cantaba por la paz y el entendimiento entre los hombres. Pero su lenguaje, su mensaje era otro. Hablaba de la paz, es cierto, pero agregaba otros valores en una amalgama perfecta construyendo un discurso armonioso y extraño a la vez. Nos hablaba de su mundo donde se habría alcanzado un nivel superior de desarrollo que, aunque nos lo describiera, no alcanzábamos a entender. Pero sí entendimos que nos permitiría seguir viviendo después de su partida para darnos una nueva oportunidad de crear una sociedad con mayor justicia, donde no se admitiera dos clases, una disfrutando de todas las riquezas y la otra sin tener derechos sino sólo obligaciones. No lo sé expresar mejor, porque mis limitaciones personales me lo impiden, pero he decidido dejar esta narración verdadera de los hechos, para que las futuras generaciones nunca rompan el pacto o promesa que le hicimos al visitante, al viajero: mantener la paz viviendo fraternalmente, ayudándonos todos, sin permitir nunca que algunos estén por sobre los demás, sino que todas las riquezas posibles de lograr, estén a disposición de todos, privilegiando los valores humanos sobre toda otra consideración.
..............................................(Tercera interrupción de los fragmentos).............................
Este es el testimonio de un sobreviviente...
CANCIÓN A LA VIDA
COMENTARIO: Por testimonios orales sabemos que la Canción a la Vida, donde se expresa la “alegría de vivir”, fue escrita y declamada por el autor, cuyo nombre ignoramos, en la despedida del visitante, al que llama también viajero, por lo que suponemos que, de acuerdo al manuscrito, para ese momento había vuelto a ser Uno.
Documento confidencial, de exclusivo uso de los educadores del Nuevo Mundo.
Año 315 después de la partida del Visitante.
(El año 315 dpV corresponde aproximadamente a mediados del siglo XXVI dC según la antigua era).
(* El título con que se conoce este testimonio corresponde a las primeras palabras del texto)
(** La única fecha comprobable corresponde al siglo XXII de la Antigua Era llamada “Cristiana-Occidental”)
(***Frase significativa que aparece en el tercer fragmento)
(**** Última frase del manuscrito, el poema o canción está perdido)
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Ejercicio Escolar
1. En pequeños grupos de afinidad lean y comenten el documento.
Finalizado el punto 1. contesten de común acuerdo las siguientes preguntas:
2. ¿Por qué creen que llegó al planeta ese “visitante”?
3. ¿Podrían reconstruir las peticiones que el Viajero le hizo a los que dominaban el mundo en esa época?
4. ¿Qué razones pudieron tener las Autoridades a negarse a su posibles peticiones?
5. ¿Por qué creen que dejó a un grupo de “sobrevivientes”?.
6. Hasta donde sabemos, nuestra actual sociedad es inferior tecnológicamente a la que existía a la llegada
del Visitante, pero superior moralmente. ¿Qué opinan sobre esta situación?
7. ¿Podrían, utilizando textos de la Historia de la Antigua Civilización, llamada “Cristiana-Occidental”,
encontrar alguna similitud de lo que aconteció con el Visitante, con algún otro gran suceso anterior?
8. ¿A qué conclusiones podrían llegar en relación con esta Historia, cuando se inició nuestro Nuevo Mundo?
9. Si lo desean, pueden intentar escribir una versión para el poema “Canción a la Vida”.
FIN
domingo, junio 27, 2010
Nadie le dio importancia (primera parte)
EL TESTIMONIO DE UN SOBREVIVIENTE**** FRAGMENTOS
NARRACIÓN VERDADERA DE LOS HECHOS***
Nadie le dio importancia
Nadie le dio importancia* cuando llegó. El tema de su arribo, sin embargo, poco después, fue motivo de numerosas hipótesis, todas erróneas, por supuesto, excepto en un único detalle, el que llegó no era de los nuestros. Era un representante de ellos, los otros.
Yo soy un sobreviviente y creo que me defino muy bien, estoy vivo. Y eso me alegra mucho. Porque eso es lo que trajo consigo el visitante. Cual si fuera un embajador romano de los tiempos de la República, traía en una mano una flecha y en la otra una rama de olivo. La guerra o la paz. La muerte o la vida. Yo no tenía en ese momento ninguna autoridad. Si la hubiera tenido hubiera elegido la paz, la vida. Pero nuestros dirigentes eligieron la guerra, eligieron la muerte. ¿Por qué?. Porque nadie le dio importancia al enviado. Lo creyeron un loco o quizás un fanático, un terrorista. Los que se extrañaron con la situación fueron acallados, tildados de palomas por los halcones. Mencionaron términos como cobardía, absurdo, sin sentido, ridículo, imposible.
No lo escucharon, no razonaron, sólo le dieron crédito a sus ojos, no a sus oídos y cuando lograron comprender, ya era demasiado tarde. Es que no podían creer que las mismas fantasías de muchas películas de ciencia ficción se hicieran realidad. El concepto de clon se conocía desde fines del siglo XX. El manejo de la energía, los rayos laser, eran dominio de todos a través de múltiples aparatos sencillos, electrodomésticos. Todos tenían instrumentos de sonido basados en el dominio de la electrónica, del dominio de la energía. ¿Cómo pudieron ser tan orgullosos de no creer, de no admitir, que otras civilizaciones pudieran haber llegado a un mejor dominio de la física atómica y la tecnología relacionada?. Lo peor de todo, según mi modesta opinión, fue el orgullo respecto a su ética, a los valores que ninguno respetaba, a pesar de que ya se habían celebrado los festejos que recordaban el segundo centenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Eso fue en 2148**, cuando yo era joven. Pero para todos era evidente que para esa época lo que debían haber conmemorado eran dos siglos de oprobioso incumplimiento de esos derechos. En ningún estado ni Confederación de Estados se respetaron esos derechos. La cultura dominante era un doble standard aceptado por todos. Que lo aceptaran los poderosos, los dominadores, los explotadores, los privilegiados era comprensible, pero que los débiles, los dominados, los explotados, los que como yo mismo, sólo teníamos nuestras vidas como único tesoro, aceptáramos esa situación no era comprensible. A menos que consideráramos a las drogas.
Todos los subhumanos, por así decirlo, teníamos nuestras drogas. ¿Cuál era la mía?. No era tan mala. Yo era poeta. Y músico también, pero sólo para acompañar mis poemas. No me importaban los demás, a pesar de que cantaba sus pesares. Reconozco que era una viva imagen de la paradoja de ese mundo hoy ya desaparecido, después de la llegada del visitante. Aunque a mí me gusta más llamarlo viajero. Después de todo la vida es un viaje, aunque algunos lo nieguen y crean que la acumulación de poder sea el propósito de la vida. Ahora, cada vez más, creo que mi supervivencia se la debo a mi debilidad. Porque los poderosos fueron las primeras víctimas del viajero.
..........................................(Aquí se interrumpen por primera vez los fragmentos)................................
Era penoso ver la exhibición de los cuerpos mutilados de personas tan importantes y conocidas, ordenadas para que todos las pudiéramos ver en las pantallas públicas. Presidentes, primeros ministros, reyes, generales, grandes científicos, artistas, líderes de opinión, las personas más influyentes estaban allí, entremezclados con los más grandes criminales, jueces y asesinos, todos muertos, perforados por rayos que carcomieron sus cuerpos atrozmente. Las imágenes estaban en todas las ciudades, en todo el mundo. El viajero se había multiplicado en millones iguales a él.
Con sólo levantar su mano destruía no solamente a quienes se le oponían, sino también a sus artefactos de guerra, cualquiera que este fuese, en el aire, en los mares, en tierra. Todo era destruido en segundos, en forma sistemática e implacable.
...........................................(Segunda interrupción de los fragmentos)......................................................
CONTINUARÁ...
domingo, junio 20, 2010
Las aventuras de un desventurado o un viaje al templo de la cultura
Cuento los escalones, uno, dos, tres, ... primera gran escalera del gran edificio. Gigantesca entrada, tuerzo a la derecha, escalera de mármol, quizás de Carrara, sigo contando, veinte, veintiuno, veintidós, ... finalmente llego al segundo piso. Tanto o más espectacular que el primero. Grandes columnas, una enorme pintura en un muro del fondo me llama la atención, un paisaje del sur, con un gran volcán, árboles, maravilloso, me acerco, la pintura se agranda cada vez más, estoy a un metro de distancia. Ya no veo nada, es una enorme demostración de una especie de puntillismo. Sólo se admira el difuminado paisaje a más de diez metros de distancia. ¿Cómo lo hizo?. No me lo imagino, al pintor, retrocediendo diez metros después de cada una de las miles y miles de pinceladas. No entiendo. Pero tengo hambre. Retrocedo sobre mis pasos, oteando en las grandes aberturas que los arquitectos han diseñado como círculos o elipses y por los cuales veo, diez metros más abajo, las figuras en escorzo de los estudiantes que vienen a completar sus estudios en el lugar donde se acumulan millones de libros. Ante mí, unas puertas de cristal, dobles, curioso, observo de cerca, sin atreverme a pasar del dintel. En el interior, una biblioteca especial, una joya arquitectónica con valiosas maderas y una doble y triple altura de corredores estrechos que bordean las paredes del gran recinto, con libros antiguos. Todo lujosamente alfombrado de rojo oscuro, hace juego con la caoba de los finos muebles. Un distinguido lector levanta la vista y mira hacia la entrada. Huyo de inmediato y continuo mi ascenso, esta vez en una más estrecha escalera que serpentea para subir a las alturas. Cuento, cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y nueve... las piernas comienzan a doler. Finalmente, acezando ya, pronuncio entre dientes y casi silbando, noventa y nueve y... por fin, un aroma gustoso se instala en mi nariz y desde allí llega hasta mi estómago desfalleciente. Observo a los que se adelantaron y que conversan mientras devoran ricos platillos. Me pongo en la fila, pago...¿Condición?. ¿Ejecutivo, empleado, externo?. La sonrisa cordial de la dama me anima y contesto: “Extraterrestre”, compartiendo la sonrisa que se multiplica y me otorga un vale de valor inferior al que me correspondería. Bien!. Me caerá mejor la comida. Es buena, bonita y barata. Llevo mi bandeja a un lugar que me permita ver el cielo por los enormes ojos de buey del gran edificio, casi centenario. No veo cielo, solo ventanas y ventanas. Enormes edificios, en la avenida principal de la ciudad me han robado el cielo. Dommage!. Schade!. Lástima!. Pruebo un bocado, está sabroso, lo saboreo. Miro las paredes y veo muchos letreros. Leo: “El trabajo no mata a nadie, pero... para qué arriesgarse?”. “Si Ud. está entre los 16 y 18 años, entonces tiene 17”. “Si su novia arruina sus estudios, deje los estudios y arruine a su novia”. “¿Si una mujer da a luz en la vía pública, es un problema de alumbrado?”. Reflexiono mientras mastico y llego a la conclusión: parece que los distinguidos autores de los elegantes y bien diseñadas láminas murales han aprovechado muy bien la cultura contenida en los millones de volúmenes que hay bajo nuestros pies. Y ello no les echa perder el apetito... la comida del casino es buena y barata. Leo un último cartel, junto con el postre: “¿Si los hombres se atoran, las mujeres se avacan?”. Ya entendí. Estoy en el sancta-santorum de la cultura del país. Desciendo los noventa y nueve escalones, pero no los cuento esta vez. ¿Por qué?. Porque sospecho que son los mismos que conté al entrar. ¡Sí!. El ingreso, el contacto, el deambular entre tanta cultura ha aumentado notablemente mis facultades intelectuales. Estaba muy rico el charquicán que, por lo demás, es el único plato reconocido de origen exclusivamente chileno. Ahhh,..la cultura!. No hay nada como la cultura. Sinónimo de cultivo, por lo demás. Cultivo de choclos, zapallo, papas y todo aquello que encierra el delicioso plato que me ha deleitado. Volveré a este templo del saber, sin duda...